El DT Arturo Boyacá se mostró crítico ante la realidad que vive su club en la ciudad de Armenia.
Arturo Boyacá lleva dos meses 'jugando un partido brusco' en Armenia. Desde el pitazo inicial del compromiso por salvar la categoría del Deportes Quindío tuvo que soportar a rivales y compañeros con los ‘taches’ arriba.
“Desde nuestra llegada sentimos un ambiente hostil entre la afición, los medios y el equipo. Es un entorno difícil y pesado. Como seres humanos nos sentimos al ver un entorno adverso que sistemáticamente se hace contra Quindío porque no ha respondido a las expectativas, porque todos quieren ver aquí a los mejores jugadores de Colombia, pero no se reconoce el esfuerzo y la voluntad de los chicos y de los directivos que trabajan solos sin la ayuda de entidades gubernamentales o privadas”, explicó el técnico bogotano.
Su carácter afectivo y reflexivo no ha logrado ‘bajar las revoluciones’ de una hinchada desesperada. “El equipo no cuenta con la sinergia positiva y no se valora nada. Toda esta situación tuvo su desenlace en el juego contra Cúcuta y tres días antes cuando hubo un asalto al campo de entrenamiento y recibimos amenazas. Nos dijeron que nos teníamos que ir, que si las cosas no mejoraban nos iban a matar”, prosiguió.
Pero Boyacá sabe que en los momentos fuertes hay que jugar con inteligencia, a un solo toque. “Nada de esto es obstáculo para seguir realizando nuestro trabajo con compromiso y responsabilidad, aunque es un trabajo doble al estar pendiente de la parte deportiva, pero también trabajar la mente de los jugadores para que entiendan que deben poner por encima la responsabilidad”.
“Yo espero que la gente valore y aprecie el equipo, como lo hizo la gente de Pasto, Neiva y Medellín, la cual aplaudió a Quindío este semestre. Lamentablemente aquí en Armenia no es aplaudido, ojalá esto se revierta. Yo no me puedo imaginar un territorio de gran importancia histórica como el Quindío sin fútbol profesional”.
Este domingo 18 de agosto, Arturo Boyacá cumplirá dos meses al frente de Deportes Quindío, al que recibió lleno de problemas y con una ventaja de tres puntos en la tabla del descenso. Hoy está a dos unidades (podría ser último si se confirma la sanción del partido contra Cúcuta), pero su confianza en el grupo y en el trabajo sigue intacta, mientras el fútbol de su equipo empieza a caminar.
¿Por qué no ha mejorado el entorno en Armenia?
Tal vez el enemigo más grande que tiene Quindío está dentro del mismo Quindío.
¿Qué piensa de Hernando Ángel?
Yo no soy de aquí, pero la historia dice que a él lo invitaron para este proyecto deportivo cuando el equipo estaba en la B y él, con su esfuerzo, trabajo y dinero lo puso en la A. Hoy, que Quindío está en la A, lo quieren atacar para que vuelva a la B.
Si él se va, ¿las cosas mejorarían?
Es una tontería, lo digo abiertamente. He hablado con personas representativas del departamento y son conscientes del esfuerzo de él, la responsabilidad social con la que trabaja, sin ayudas. Más que criticarlo hay que ayudarle para hacer un frente común y lograr que las cosas funcionen.
¿Quindío es un equipo malo como muchos dicen?
No hay equipos buenos o malos sino buenas o malas organizaciones. En la medida en que el entorno sea favorable el ser humano irá creciendo al lado del ambiente positivo.
¿Qué piensa de Santa Fe?
Es un gran equipo, llamado a disputar siempre los títulos, con uno de los mejores presupuestos del país, pero confío en el crecimiento de Quindío para sumar los tres puntos este sábado.
¿Cómo recuerda su paso por el equipo 'Cardenal'?
Yo tomé a Santa Fe en el puesto 16 y con un buen entendimiento pudimos ayudar para conformar un grupo base importante. Ya sin mi concurso se consiguieron grandes logros. Para mí ha sido gratificante que la gente haya valorado lo que hice allá en su momento.
¿Siente algo especial enfrentar a Santa Fe luego de la salida intempestiva que tuvo que enfrentar en aquel entonces?
Es un rival especial porque es el siguiente peldaño de Quindío para seguir creciendo, por eso lo asumimos con la mayor responsabilidad. Lo demás no pasa de ser ahora un grato recuerdo.
Jhon Mario Zuluaga Morales
Para EL TIEMPO, Armenia
Para EL TIEMPO, Armenia